Así, mediante la configuración de este espacio, se pretende contraponer el crecimiento acelerado y desordenado de las urbes actuales con el fin de que el territorio cuente con una oferta de servicios, infraestructura, comercio y equipamientos que atiendan las necesidades de la población y eviten el desplazamiento a grandes distancias.
En ese sentido, el Valle de Guatiguará se puede proyectar como un entorno sostenible y urbano que involucre a la comunidad en su desarrollo. A su vez, se pretende generar desarrollo económico en la zona, aprovechando las ventajas que tiene el valle; producir corredores ambientales que conecten el bosque seco con el Valle del Río de Oro; ampliar la conectividad con el sistema vial metropolitano y suscitar la expansión territorial de manera planificada y menos dispersa, promoviendo así la sostenibilidad.
El proyecto realizado parte de un análisis exhaustivo del territorio, clima, topografía, paisaje e identidad. A raíz del descubrimiento de la esencia de la región se ha realizado una propuesta de desarrollo basada en la esencia del lugar y su genética, al mismo tiempo que se ha planteado un ambicioso proyecto de integración de lo urbano y lo rural, buscando una sinergia que promueva la sostenibilidad.
Se erige así como objetivo principal tanto recuperar el valle de Guatiguará y la calidad del agua en el núcleo urbano existente, como la propuesta urbana de desarrollo basada en la continuidad y compacidad urbana y rural. Esta última se realizaría de tal manera que asegurara el respeto al medio ambiente, gestionara los riesgos ambientales y mejorara los servicios e infraestructuras ya existentes, promoviendo la densificación responsable y la movilidad sostenible.
El resultado final se plantea en siete grandes líneas estratégicas que apuestan por un plan de acción para un territorio saludable y sostenible que asegure la calidad de vida de sus habitantes, hoy y en el futuro, mediante la participación ciudadana y un enfoque integral de urbanismo sostenible.
Este trabajo ha sido realizado por el equipo compuesto por Belén Moneo y Jeffrey Brock, arquitectos internacionales socios fundadores del Estudio Moneo Brock; Ester Higueras García, doctora arquitecta experta en urbanismo bioclimático y salud urbana y profesora de la Universidad Politécnica de Madrid; Elisa Pozo Menéndez, arquitecta urbanista, realizando el doctorado en salud urbana y envejecimiento activo; y con la colaboración puntual de Rafael Moneo, arquitecto de alto prestigio y reconocimiento mundial.
LOCALIZACIÓN
Piedecuesta, Santander, Colombia
EQUIPO
Belén Moneo, Jeff Brock, Ester Higueras, Elisa Pozo, Rafael Moneo