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Casa en el Caribe · Caribe

· Residencial, Sostenibilidad

Una casa abierta a la brisa

Rodeada de altas palmeras y flotando sobre un ondulante terreno, Casa en el Caribe es una vivienda unifamiliar con un elemento protagonista, una gran cubierta de bóvedas tabicadas que la protege del sol y la abre a la brisa.

Delimitada al oeste por una ruidosa carretera y al este por un espectacular bosque de palmeras, tres plataformas se posan en el terreno a distintos niveles, adaptándose a él en su caída y abriéndose al paraje natural. Para proteger el lado más vulnerable, se proyecta una celosía de piedra local en el patio y fachada de la entrada que atenúa el sonido del tráfico, otorga privacidad a la vivienda y tamiza el sol de poniente.

BÓVEDAS, CELOSÍAS Y GRANDES VENTANALES

Sobre estas plataformas, una esbelta y ligera estructura metálica, una retícula uniforme de 5.4 m x 5.4 m sustenta una gran cubierta, que delimita el espacio en altura, y da protección a los diferentes espacios, interiores y exteriores, situados bajo ella.

La casa se orienta para facilitar el paso de los vientos predominantes, permitiendo un barrido continuo de ventilación natural y luz por las diferentes estancias a través de las celosías de madera, grandes ventanales, bóvedas, patios interiores y huecos previstos para ello, creando un microclima bajo la cubierta, una agradable sensación de protección y frescor. Esta gran cubierta de sombra aporta un importante ahorro energético.

PROGRAMA

El programa recoge las necesidades de una familia numerosa de edades dispares. Los espacios, informales, abiertos y permeables a su privilegiado entorno son también acogedores y compactos manteniendo una escala apropiada a sus distintos usos: cocina, comedor, zona de estar, despacho, dormitorios, invernadero y una zona de juego o estudio para los más pequeños.

HIBRIDACIÓN ESTRUCTURAL

Decidimos hacer uso del ladrillo local y desarrollar un sistema estructural híbrido que combina bóvedas tabicadas de ladrillo, sobre una estructura de acero de finos pilotis. También nos decantamos por la mezcla de sistemas constructivos, bóvedas artesanas sobre una calibrada y precisa estructura de acero, finas carpinterías de aluminio, muros de cristal, y de puertas correderas de moderna tecnología.

El empleo del barro en forma de ladrillo como elemento básico para la construcción de los forjados, supone una opción adecuada para el control climático, gracias a su baja conductividad y a ser un material relativamente económico. La textura uniforme pero artesana del aparejo en el plano horizontal de la cubierta, junto con un suelo suave de travertino local, contrarrestan el uso del cristal y el aluminio en los paramentos.

ADAPTACIÓN CLIMÁTICA

Nueve tipos de bóvedas de distinta geometría y esbeltez según el carácter de los espacios interiores que enmarcan sobresalen de la cubierta. Dos bóvedas grandes enmarcan el sitio de encuentro y reposo. Sin duda, tanto las bóvedas del estudio de Miró en Palma como las de La Ricarda, son antecedentes.

El agua en estanques y piscinas atraviesa la casa de este a oeste aportando su rumor, luz, reflejos y frescor. Bajo la casa grandes cisternas aguardan la recogida del agua de lluvia que allí es copiosa, pero también muy necesaria para el riego continuo.

INFORMACIÓN CLAVE

CLIENTE
Privado

SUPERFICIE CONSTRUIDA
1527 m²

SUPERFICIE ÚTIL
1322 m²

 

ARQUITECTOS
Belén Moneo, Jeffrey Brock

EQUIPO DE ARQUITECTURA
Federico Pérez, Javier del Pozo, Francisco Blazquez,
Pedro Arnanz, Ismael Sanz, Yaiza Camacho

MAQUETA 3D
Pedro Arnanz, Javier del Pozo

PAISAJISMO
Lowell Whipple

INGENIERÍA DE ESTRUCTURAS
Díaz Ingenieros, Suárez Cáceres

CONSTRUCTORA
PIIAU

PLANOS Y DIBUJOS